Hemos visto como las protestas en contra del gobierno, se han incrementado en lo últimos días , pero la pregunta es, cuál será el real efecto que tendrán estas protestas. Por una parte podemos pensar que a la gente le interesa , y podemos crear conciencia al respecto, pero la conciencia de quien, de aquellos ciudadanos que sólo podemos protestar, ya que no nos queda otra opción más gritarle a los dioses haber si nos escuchan y se compadecen a hacer algo.
Bueno creo que a los dioses no les interesa que exista gente que sea oprimida, niños mueran de hambre y que a la gente no se les permita ni siquiera soñar. Que vida de aquellos que se sientan con sus familias a comer exóticas comidas, mandando a sus hijos a bellas escuelas, diciéndole a la humanidad lo que es correcto o no, creando falsas religiones y esperanzas que no existen.
Pienso que es a aquellos a los que hay que jugar, a aquellos que negocian en el juego cósmico de la política, economía e intereses particulares que van más haya de la vida humana, que van más haya del respeto, que van más haya de la dignidad, que no le interesa un niño caminando descalzo . Esos dioses son los verdaderos culpables ya que ellos tienen el poder de hacer algo, pero prefieren juntarse a cenar los domingos con los demonios.
Si, y cuando hablo de cenar con los demonios hablo con la verdad, esa verdad que se escucha pero no se comprende, hay gente que te toca la espalda, te felicita, te levanta y te explota. Muchos lo siguen como si fueran dioses que los van bendecir, con algún trabajito o alguna platita para el bolsillo, ellos piensan que para los dioses son importantes y que nunca los van a olvidar, ooooohhh pero que error, si para los dioses ellos son sólo meros peones en un tablero de ajedrez, en el cual su voluntad no vale nada y para que decir sus vidas.
Puede que lo que digo suene extraño para gente la gente que se deja influenciar por los discursos de nuestros rivales políticos. Somos de la Alianza por Chile, esa Alianza que cree en Chile justo, sincero, en donde se ame a la patria la bandera, nuestras familias, un país en donde los trabajadores puedan hablar, en donde nuestras mujeres levanten a sus hijos con orgullo y amor.
Vivimos en una época tortuosa en donde las palabras de Ulrich Beck, toman mucho sentido, en donde la sociedad se ha convertido en un constante riesgo, en donde caminar por la calle es peligroso, en donde el delincuente se cree dueño del mundo. Una sociedad en donde clamar los derechos y decir la verdad es un delito, una sociedad en que la imagen lo es todo y la persona no es nada. En fin vivimos en la creación de esos dioses que hablan en la TV, pagan con jugosos cheques y se creen dueños de los destinos de los hombres.
Pero que equivocados están ellos no son dueños de nada, sólo son dueños de lo creen y sus manipulaciones, en política hay dos fuerzas que luchan una es la del poder de los dioses y la otra es la ciudadanía, es decir de nosotros. Los dioses sólo nos pueden acallar ya hacer que no arrodillemos , pero cuando la ciudadanía se une, lucha y los mira a la cara , estos dioses se caen del olimpo y pierden su poder, en el fondo no son nadie.
Un simple hombre enfrento a estos dioses, ellos lo miraron como un simple suche que se podían sacarse de encima llenádolo de balazos cuando salía de la universidad, y que pasó todos lo sabemos. Nosotros tenemos el poder de hacer un cambio, no lo hagamos por una moda, ni por credo, ni por ideología. Debemos ser todos parte de el cambio, y ese cambio debe traducirse en lealtad, respecto, honra, honor y en los valores que nos unen a todos como hermanos.
Sólo así haremos un Chile más grande, como todos soñamos.
Profesionales por el Cambio, Renovación Nacional
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