Profesionales por el Cambio, es un grupo interdisciplinarios de profesionales que cree en un Chile diferente, es por esto, que creemos en las propuestas de Sebastián Piñera, como un verdadero motor de cambio para llevar a Chile, al desarrollo

martes, 13 de octubre de 2009

Trazando las líneas valóricas, éticas y morales del Chile del futuro



En los días actuales de campaña, donde los candidatos entregan sus propuestas, vemos aplicado mucho conocimiento en ellas, mucho ingeniero, técnico, médicos, abogados, etc., todos ellos hacen sus propuestas aplicando conocimiento y dicen que hacer, cuando y cómo hacer las cosas, pero hay algo más importante que el conocimiento, y ésta es la sabiduría, que es la buena aplicación del conocimiento.

La sabiduría es un atributo, que le permite al hombre tomar decisiones justas y perfectamente equilibradas. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Y en nuestro caso, es el “para que” hacer las cosas y como las aplicamos con nuestros candidatos.

A la derecha política, comúnmente se le llama “conservadora”, y a la izquierda “liberales”, y se entiende que con el término conservador se intenta denostar a la persona, siendo similar a un fósil a alguien que no quiso cambiar, que no quiso “evolucionar”.

Cierto, somos conservadores, pero la pregunta es que conservamos...

Al decir que miramos al futuro y de como queremos que sea nuestro país, hablamos sobre que bases queremos fundar este futuro, y para nosotros los “conservadores” éstas bases son los valores cristianos y también la moral cristiana. No basada en religiones, sino basadas en la palabra de Cristo mismo -la Biblia-.

Estas bases morales son las líneas demarcatorias de que está bien y que está mal dentro de la sociedad, son las bases sobre las cuales construiremos nuestras leyes, normas y reglas con las cuales basaremos nuestra convivencia y forma de vida.

Por ejemplo: Cuando uno juega fútbol, se divierte con total libertad dentro del  juego, aun cuando el juego mismo posee reglas y normas que delimitan el accionar de los jugadores y teniendo, además, jueces que determinan la buenas y malas acciones dentro del juego, aun teniendo eso, cuando jugamos lo hacemos en libertad. ¿Pero que pasa si a un jugador se le ocurre mal entender esta libertad y jugar con la mano?, ¿o detener a otro jugador con una patada en la entrepierna?, sabemos que eso está mal, merece un castigo, un reconocimiento por parte del acusado y una sanción por parte del juez. Por lo tanto, son esas reglas del juego las que nos permiten divertirnos de buena forma, y entendiendo que esas mismas reglas nos dan libertad para jugar, pero nos separan del caos que podría ocasionar un libertinaje en las normas.

Según el cuadro adjunto el censo del año 2002, consultados los mayores de 15 años (hoy mayores de 23), podemos concluir que en los gobiernos de la concertación, nuestra sociedad ha tomado cada vez más los preceptos agnósticos y/o ateos, siendo ellos la minoría, mermando los principios y valores de la mayoría, y esto se manifiesta en la creciente relativización de las ideas, conceptos y autoridades que hace un tiempo atrás estaban muy claros.

Así también los gobiernos de la concertación han descuidado a la base fundamental de nuestra sociedad, LA FAMILIA.

Sebastián Piñera sabe esto, y tiene claro cuales son los valores que debe tener la sociedad, y que la familia es la base fundamental de la sociedad, y es hacia aquí de donde deben apuntar todas las soluciones, pues todas las que se planteen y diseñen para este día y para el futuro llegaran al usuario final que es la familia.

Esta que cada día más y más está en crisis, donde se le ha quitado autoridad a los padres frente al estado, donde todo se relativiza, donde los buenos ya no son los buenos y los malos ya no son malos, que el profesor está a nivel del alumno pues entre ambos se retroalimentan y aprenden, el carabinero es abusivo sobre el delincuente que llegó a serlo “porque la sociedad lo obligó”, y donde las autoridades de todo orden cada vez poseen menos autoridad, donde vemos que cada día menos personajes de gobierno se hacen responsable de sus malas prácticas, y también vemos como cada día más personas abogan por sus derechos, pero muy pocos se preocupan de sus deberes. Toda esta relativización a ido cambiando lo que comprendemos por sociedad, donde los malos son buenos y los buenos malos.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el bien que emana hacia la sociedad desde una familia sólida y estable, no ha sido reconocida por los legisladores, ni protegido y abonado por las leyes.

La concertación, se ha dedicado a cambiar el patrón de autoridad, pues ellos se sintieron oprimidos y perseguidos por años, y sentían que la autoridad los reprimía y atacaba, cualquier psicólogo y/o sociólogo concordará  que por un hecho de “equilibrio” esta gente que se vio tan oprimida tienda a rebelarse frente a la autoridad y por ende intentar minimizarla para poder sentir su libertad obtenida en forma maximizada, y es así como ellos quieren darle a sus hijos todo los que ellos no pudieron tener, que es esa libertad no experimentada, pero es así como han caído en el exceso de libertades... el tomar la pelota de fútbol con la mano. Una cosa es ser libre, otra distinta libertino.

Todos queremos ser libres, todos, sin excepción, pero así mismo debemos entender que la libertad tiene sus normas y reglas, sin las cuales todo se volvería un caos.

Sebastián Piñera tiene muy claro que nuestras bases de sociedad deben ser las que Dios dispone, y así no piensa ni Eduardo Frei quien ha sido atado de manos por sus aliados políticos de izquierda, Jorge Arrate seguidor de la filosofía de Karl Marx, ni Marco Enríquez-Ominami que muestra en su futuro programa de gobierno y futura reforma constitucional que elimina del primer artículo de la Constitución la frase "la familia es el núcleo fundamental de la sociedad" y elimina que "la ley protege la vida del que está por nacer". Con esto los “demócratas” están diciendo que el 91,5% de la población estamos mal y el 8,4% debe decidir lo que el 91,5% debe hacer. Ahm... ¿me puede repetir que significa democracia?

La familia es el núcleo al cual deben apuntar todas las soluciones de la sociedad actual.

Muchos plantean reforzar la sociedad. Pero si observamos bien el proceso de deterioro de la sociedad (aumento de la delincuencia, pobreza, embarazo adolescente, destrucción de matrimonios, deserción escolar, drogadicción, etc.), vez tras vez comienza con el deterioro de la familia, es ahí, en el seno familiar donde comienza a gestarse ese desmoronamiento y debe ser ahí mismo donde comienza su restauración.


Profesionales por el cambio, Renovación Nacional

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