Los Padres de Francisca lloran a raudales por algo que no pueden entender, su niña hermosa que los llenaba de vida yo no está. Contario sensu, la madre del Cizarro, arremete contra los periodistas denotando un amor de madre digno de una novela de Dante Alighieri. Ambos niños ambos victimas, dos caras de una misma moneda.
Diariamente los medios de comunicación nos horrorizan con noticias que hablan de la pandemia de delincuencia que asola nuestro país. Como un demonio está se ha posesionado del alma de los chilenos, llenándolos de terror, rabia y sufrimiento.
En un escenario como esté es lícito que muchos alcen la voz clamando por una justicia la cual a veces nunca llega, o si llega lo hace medias. Como no entender a los parlamentarios que claman por la pena de muerte o al resto de chilenos que claman justicia.
A nuestros administradores de justicia y a la concertación se les ha olvidado que principios fundamentales de cualquier carta constitucional o código de justicia, es proteger la vida y la integridad, dado lo anterior, aquellos que atentan una y otra vez contra estos fundamentos, reniegan contra todo derecho ya sea humano o divino.
El fácil el ejercicio que hace Carolina Tohá al decir en el caso de Francisca Silva “Tenemos que encargarnos de que la justicia se aplique plenamente”, ¡extraño no! pero estas palabras su bloque político las viene diciendo por años, Ministra, la aplicación de justicia no son buena razones, son buena acciones, al parecer ustedes han olvidado eso y miles de chilenos han tenido que pagar un precio muy alto, en el caso de Francisca con su vida.
En algo hay que se categórico, en Chile, las políticas aplicadas en el plano de la delincuencia han fracasado. Es claro que si la concertación se perpetua en el poder los victimarios seguirán estando por sobre las victimas y la delincuencia llegara a niveles en donde deba combatírsela en verdaderas batallas campales con fusiles y metralletas tal como se hace en brasil u otros países latinoamericanos.
En nuestro país se hace urgente un cambio de visión respecto a la justicia y a la administración de está, hay que detener la puerta giratoria, para esto se necesitan implementar políticas eficientes contextualizadas y dinámicas, que ataquen la raíz de fondo del problema.
Se debe entender que la delincuencia ya se ha instaurado en el inconciente colectivo de ciertos sectores como cultura y discurso validamente reconocido, este fenómeno ha sido el causante de que muchos niños como Cizarro, validen entre sus pares el rol delictual que ellos asumen. Es aquí donde se hace necesario la implantación de contra discursos y valores que generen en los niños y la juventud, anticuerpos contra la delincuencia.
En el caso de los delincuentes reincidentes o ellos que participen en delitos atroces, se les debe castigar con todo el rigor de la ley, pero no solamente encerrándolos como se hace hoy en día, si no que a trabajar señores, a producir a generar recursos ya sea para indemnizar a sus victimas o para ayudar a sus familias.
Chile, grita “basta de este flagelo” pero este grito parece no ser oído por los que gobiernan, quienes prefieren estar seguros en sus castillos de cristal.
Profesionales por el Cambio, Renovación Nacional.
Profesionales por el Cambio, es un grupo interdisciplinarios de profesionales que cree en un Chile diferente, es por esto, que creemos en las propuestas de Sebastián Piñera, como un verdadero motor de cambio para llevar a Chile, al desarrollo
miércoles, 5 de agosto de 2009
Cuántos Cizarros y Franciscas, se necesitan para abrir los ojos.
Etiquetas:
delicuencia,
delito.,
maltrato infantil
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