Hace diez años atrás el hombre del dedo anunciaba a los cuatro vientos de forma enérgica “seré implacable con los delincuencia” y ¿qué sucedió?: se le “perdió el jarrón” y una camionada de millones de dólares; se le cayeron algunos puentes con cristianos, autos y carretas al río; pasemos de Tombolini en esta oportunidad; inauguró el “Tren al sur” con locomotoras que se incendiaban o atropellaban vacas en la vía, además de carros con baños colapsados porque no observaron en el proceso de compra que cuando se viaja en Europa se va al baño una o dos veces, en cambio “la larga y angosta faja de tierra” impone varias visitas al bañito; y no olvidemos el Transporte del Bicentenario, la joyita que endosó a la actual mandataria.
Primera conclusión, la delincuencia parece imparable y varios de los responsables de los desaguisados o delitos mencionados trotan cubriéndose los rostros en los tribunales a recibir y escuchar “sobreseído”.
En otro contexto, recientemente Carolina Toha realizaba en un noticiero nocturno un vehemente llamado a las conciencias independientes, progresistas desencantados o profesionales a apoyarlos en la segunda vuelta, para construir una nueva alternativa de Gobierno, más dinámica, independiente, renovada de las malas artes u oficios que todos conocemos.
Es decir, por ejemplo ¿qué ahora si pretenden transparentar la gestión de las instituciones diariamente y no al día siguiente de arreglar un alboroto de connotaciones políticas?, ¿que los llamados a concursos públicos serán reales oposiciones, observadas y definidas bajo estándares objetivos y profesionales como en los países desarrollados, y no el traje a la medida del militante o simpatizante, cortado y cocido entre cuatros paredes?, ¿que los profesionales tendrán oportunidades de inserción laboral en la tierra que los vio nacer y crecer sin tener que andar mendigando favores de senador o diputado de turno, más bien sólo haciendo valer sus méritos y experiencia profesional como cualquier hijo de vecino de este país?.
Sin mucho análisis, como profesionales no vamos a creer en dos semanas sus promesas y reconversiones alienígenas, en circunstancias que tuvieron veinte años para enmendar el camino con rostros e ideas innovadoras?. Conclusión, es el discurso del naufrago que no sabe gritar “mayday”, en “cambio nosotros vamos viento en popa, con rumbo y horizonte claro, cambio”.
Profesionales por el Cambio, Renovación Nacional
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